Todos sabemos lo importante que es para cada uno tener razones, motivos, para actuar de una determinada manera. La vida está llena de justificaciones que amparan nuestro modo de ser y de actuar. En el fondo, la aprobación social empieza por la propia aprobación personal de nuestro comportamiento.
El reciente webinar para dejar la pornografía acabó con una sesión dirigida por una persona que salió hace unos años del consumo adictivo. Habló de su experiencia, de sus comienzos, de sus huidas… y de sus mentiras. Siempre encontraba motivos para no dejar el consumo. Una cita de Wittgenstein viene como anillo al dedo: “Nada es tan difícil como no engañarse a uno mismo”. Ofrecemos aquí una lista de motivos para ver pornografía, con la que comenzó esa sesión final del webinar.
- Cuando estás aburrido, es tu alegría.
- Cuando te sientes solo, es tu compañía.
- Cuando estás estresado, es tu consuelo.
- Cuando estás frustrado, es tu descarga para llegar a la paz.
- Cuando estás cansado, es tu vitalidad.
- Cuando estás herido emocionalmente, es tu refugio.
- Cuando te sientes traicionado, es tu venganza.
- Cuando estás amargado, es tu justicia.
- Cuando lo haces porque puedes, es tu placer.
- Cuando te sientes rechazado, es tu zona de confort.
- Cuando te sientes fracasado, es tu éxito.
- Cuando alcanzas un éxito, es tu recompensa.
- Cuando crees que es tu derecho, es tu merecido.
- Cuando sientes que no puedes agradar a los demás, es tu afirmación.
- Cuando tienes “tu momento”, es como el chupete para un niño.
- Cuando no estás donde te gustaría estar, no te enfrentas a situaciones y por ello fantaseas, es tu escape.
- Cuando te siente débil, es tu fortaleza.
- Cuando crees que no eres deseado, es tu afirmación.
Seguramente existan diez, veinte o cincuenta motivos más. La pregunta final que cada uno debe plantearse es si estos motivos son suficientes o, por el contrario, no constituyen una verdadera razón.
Dale una vuelta. Elige con libertad, no por comodidad.