Vivimos en un mundo en el que se han normalizado muchas cosas, entre ellas el consumo de pornografía. La industria, los medios e incluso nuestros amigos nos dicen que no pasa nada, que todos la consumen y que es inofensiva. Aquí surge una pregunta: ¿en qué momento el maltrato y el abuso empezaron a ser considerados como algo inofensivo? Y es que la pornografía es, entre otras cosas, eso: abuso y maltrato, que incita a ser replicado por aquellos que la consumen. Desgraciadamente, en muchas ocasiones quien sufre las consecuencias de un consumo problemático es la pareja del consumidor.
He chose porn over me («Él eligió al porno antes que a mí») es un libro editado por Melinda Tankardes, que recopila testimonios de mujeres que han vivido de cerca las consecuencias negativas del consumo de pornografía por parte de su pareja. Es, en esencia, un libro de mujeres para otras mujeres. Mujeres que necesitan ser advertidas sobre las consecuencias de este fenómeno. Pero también para todas las mujeres que lo están viviendo de cerca y necesitan salir del túnel. Si es tu caso, el libro te ayudará a saber que no estás sola: muchas han vivido lo mismo que tú, cada una a su manera y en sus propias circunstancias.
Son testimonios de personas valientes que han decidido poner en palabras cómo se siente saber que la persona a la que más quieren y con quien han compartido tanto, vive con un oscuro secreto. Mujeres que han estado durante años envueltas en las mentiras de su pareja, preguntándose si hay algo malo en ellas, cuando realmente lo que está mal son las imágenes irreales que su pareja consume en la pantalla y todo lo que conlleva (problemas en la relación, cambios en la conducta y estado de ánimo, disfunciones sexuales, maltrato, violencia, abuso… la lista podría ser interminable). Mujeres que se dan cuenta de que la persona a la que más quieren les deja de lado, después de haberse sentido “utilizadas” durante mucho tiempo. Mujeres que, aunque cada una tiene una historia diferente, comparten el profundo dolor provocado por la relación entre su pareja con su aliado: el gran monstruo que es la pornografía.
Algunas frases entresacadas del libro, entre muchas otras, que ilustran el sentimiento real de quien sufre estas situaciones:
“Me siento sola y rechazada. Mi autoestima se ha hecho añicos. Soy una mujer rota”.
“Lo peor fue que me culpé a mí misma. A menudo me encontraba pensando que había algo malo en mí o en mi cuerpo. Me puso ansiosa”.
“Debido a que trataba de satisfacer su alto nivel de deseo sexual, perdí la conexión con mis propias necesidades y no pude comunicárselas”.
A través de sus relatos podemos apreciar cómo el amor, la conexión y el respeto que había en la relación se fueron diluyendo a medida que avanzaba la adicción. Muchas coinciden en la sensación de impotencia e incomprensión al notar cómo la indiferencia, el egoísmo, la agresividad y la manipulación iba corrompiendo a su marido o pareja hasta convertirlo en un desconocido que no respetaba a su mujer. Mujeres cuyos sentimientos terminan siendo minimizados y menospreciados hasta el punto de terminar hundidas en el fondo de un abismo de sufrimiento, tristeza, soledad, menosprecio… del cual parece imposible salir.
El proceso de sanación
Son historias necesarias, que reflejan el dolor que se vive en silencio, que permiten conocer la realidad que hay detrás y poder luchar con más fuerza en contra de esta industria. Son historias que nos permiten recordar que no estamos solas y que el consumo de pornografía o adicción de nuestra pareja no es nuestra culpa. Tú no eres la culpable de esto. No tienes que esforzarte más por complacerle, no es tu trabajo sacarlo de ese gran agujero y conseguir su recuperación. Puedes acompañarle, pero es importante que cada uno trabaje en su propia recuperación.
A pesar de que en el libro no se menciona el tema de la recuperación, queremos transmitir -por nuestra experiencia- que sí hay salida. Sabemos que lo que una vive es horrible, que se pasa muy mal y que parece que no hay solución; pero también hay ventanas de esperanza. Hay personas que han conseguido salir, personas con las que hablamos y ayudamos desde Dale Una Vuelta. Existen profesionales especializados, que van a entender tu dolor y que pueden ayudarte. Te animamos a buscar ayuda, porque hablar y sentirse comprendido es parte importante del proceso para sanar. Si no conoces la sección Nosotras de Dale Una Vuelta, no lo dudes: date una vuelta.
Úrsula Paiva / Psicóloga general sanitaria
Me parece algo normal