Ha tardado pero ya está aquí. Otro verano, otro tiempo para disfrutar y descansar. Piscina, gazpacho, playa, deporte, el pueblo, viajes… Las posibilidades son miles, e internet las multiplica. Pero aún así es inevitable que los hijos e hijas adolescentes tengan muchos momentos en los que se no sepan qué hacer.
El aburrimiento, demasiado tiempo libre y dispositivos electrónicos a su alcance es una suma de factores idóneos para que vuestra/o hija/o acceda a contenidos pornográficos. Si eres padre de niños entre 10 y 18 años y te preocupa que puedan ver pornografía, te dejamos algunas pautas conductuales para prevenirlo durante estos meses.
No se trata de controlar ni de vivir agobiado pensando qué hará mi hijo. Eso solo te generará un estrés poco recomendable, y más en vacaciones. Es simplemente tener sentido común y establecer sencillas pautas educativas.
En primer lugar, la distribución de espacios en la casa donde estéis residiendo en verano es importante para prevenir el consumo de porno:
- Identificar zonas ciegas: Son los lugares menos accesibles porque tienden a estar abandonados o son muy lejanos (una bodega, el fondo del patio o habitaciones de plantas superiores) y por ello son lugares que pueden ser elegidos para que no les pillen.
- Conocer horarios ciegos: Son las horas del día en que es más difícil estar atento de lo que hacen los hijos, por ejemplo la siesta o la hora de preparar cenas. ¿Qué se puede hacer? Solicitar ayuda en esos horarios o cambiar la rutina añadiendo más actividades.
- Remodelar espacios: Por ejemplo, mover los muebles que ocultan partes de la casa, ver donde se ubican los ordenadores o espacios de ocio y descanso (sillones, alfombras con juguetes, hamacas, etc.). Todo cuanto más visible, mejor: evitar televisiones y dispositivos en las habitaciones.
En segundo lugar, el manejo de los ambientes interpersonales:
- Construir una rutina. Es recomendable evitar momentos de ocio o de actividades solitarias en los horarios ciegos. Por ejemplo, es muy útil crear un horario con las labores y juegos del día (piscina, playa, montar en bici, ver una película, hacer las tareas escolares, etc.).
- Tener una lista de ideas para afrontar el aburrimiento de los niños.
- Promover que los niños se ayuden y colaboren entre sí.
- Enseñar sobre los espacios que se pueden ocupar en el día y la noche, por ejemplo, los dormitorios son habitualmente para dormir, y el resto del día es normal que se utilicen otros espacios de la casa y sobre todo los exteriores.
- Educar sobre el uso de los baños y la ducha.
- Enseñar sobre el contacto corporal: conocer y aceptar su cuerpo y funcionamiento, que descubran su belleza. Explicarles los cambios, respuestas y reacciones del cuerpo.
Feliz verano, feliz descanso. Y, sobre todo, no te olvides de la crema solar.