La palabra “sexting” es un neologismo que proviene de la unión de las palabras “sex” y “texting”; es decir, un intercambio de contenido sexual explícito, a través de textos, mensajes, fotos y videos, por medio de móviles, internet o redes sociales.
Durante los últimos años el sexting se ha incrementado en gran manera entre los adolescentes. Según la NationalCampaigntoPreventTeen, en Estados Unidos, el 20% de los adolescentes y 33% de los adultos ha enviado o publicado fotos o vídeos desnudos o semidesnudos de sí mismo.
En el caso de los hombres se ha demostrado en el estudio de Davis, M. J., Powell, A., Gordon, D., & Kershaw, T. (2016) que son más pasivos a la hora de enviar, pero si que reciben mayor número de mensajes que las mujeres.
Según el PewResearch center (2014) se estima que el sexting es más popular entre los 18 a 24. Los autores Brown yL’Engle concluyen que la exposición a material sexual explícito en los medios puede afectar a los hábitos y actitudes sexuales.
Varios estudios han encontrado relación entre el uso de ciberpornografia y el sexting. Ejemplo de ello es el de Morelli, M., Bianchi, D., Baiocco, R., Pezzuti, L., & Chirumbolo, A. (2016), donde se analiza una muestra italiana en la que el 77,2 % de los participantes afirman recibir contenido sexual por móvil al menos alguna vez, 54,8% ha enviado un “sext”, y 8,5 % reporta haberlo publicado las redes sociales.
En esta investigación, realizada en 610 adolescentes, se busca la relación entre el intercambio de este contenido sexual o sexting, la ciberpornografía y el consumo de alcohol. Los datos apuntan a que se produce un mayor sexting entre los hombres adolescentes, además de un mayor consumo de alcohol y de uso ciberpornografia en comparación con las mujeres.
El alcohol actúa como desinhibidor y mediador de esta conducta, por tanto se podría utilizar como factor de protección para este consumo, actuando sobre la impulsividad y el control a la hora de enviar este tipo de material por teléfono internet o redes sociales.
Los modelos provocativos y sexualizados que se imponen en los medios afectan a la construcción de guiones comportamentales de cómo el hombre y la mujer deben ser en el ámbito sexual. En las ultimas décadas la tecnología ha alterado por completo la forma en que los adolescentes y los jóvenes adultos se comunican e interactúan con sus parejas o sus iguales. El sexting es una de esas nuevas formas de comunicación, que puede acabar con la inocencia, la ingenuidad de un adolescente, por una tarde lluviosa encerrado en casa… y con el móvil dentro.
Alejandro Villena
Psicólogo y especialista en sexualidad
