“A medida que la libertad política y económica disminuye, la libertad sexual tiende, en compensación, a aumentar” escribió Aldous Huxley en su obra maestra Un Mundo Feliz.
Y no le faltaba razón, este crecimiento ha seguido en aumento, incluso rebasando las líneas de lo saludable.
En abril de este mismo año, Netflix, la conocida plataforma Estadounidense, estrenó la serie documental “Hot Girls Wanted” basado en una primera película documental que se estrenó en 2015.
El diario el país titulaba su aparición como “Hombres, esta es la serie documental que puede hacer que dejéis porno”
Y es que esta nueva serie documental nos muestra el “behind the scenes” el lado oscuro de la pornografía, dónde no todo es excitación y placer a corto plazo. Todo lo contrario, un mundo de explotación sexual, de humillación y denigración a la mujer, que no aparece en los créditos de las películas pornográficas.
Un mundo incompatible con el erotismo, cargada de insultos, agresiones y prácticas humillantes; actrices cuidadosamente seleccionadas en base a sus cuerpos “perfectos” que exponen su intimidad en Internet para que los hombres puedan masturbarse con un menú a la carta.
Existe una absoluta disociación entre los sentimientos, los deseos y las fantasías de las mujeres y la imagen que nos muestra la pornografía sobre el placer de estas.
Merece la pena que sentarnos a reflexionar, con este nuevo documental o con la infinidad de artículos científicos disponibles hasta la fecha sobre las posibles consecuencias negativas de la pornografía.
Seguimos viviendo en un mundo en el que un niño de 11 años puede acceder a todo tipo de videos que incluyen prácticas humillantes para la mujer, dónde son castigadas, insultadas, sometidas y degradadas.
Ya hay millones de personas por todo el mundo que han ganado en conciencia y tratán de buscar soluciones: Creando series documentales informativas, escribiendo artículos científicos, realizando investigaciones empíricas, creando plataformas web para luchar contra el consumo o desarrollando un nuevo tipo de material más ajustado a la realidad.
Y tú… ¿Qué papel vas a jugar? ¿Vas a seguir haciendo click hacía una relación sexual superficial? o ¿Vas a romper contra los estereotipos sociales y aportar tu granito de arena para que la sociedad desarrolle su sexualidad de forma saludable?
STOP PORN · START SEX
La verdad he consumido porno y masturbacion desde la edad de 10 años, así pasado el tiempo de juventud distorcionando la realidad sexual siempre viendo a la Mujer como objeto sexual, mucha promiscuidad y ya en pareja ha sido muy difícil mi relación, por mis infidelidades, aún consumo porno y masturbacion no lo hago tan frecuente, pues tengo un grupo de WhatsApp de SA. Adictos al Sexo y me ha ayudado mucho ha aceptar la adiccion y buscar ayuda y ha no seguir solo con mi enfermedad.